Inundando mis venas de rock, rubias y pensamientos contradictorios que me hacen sentir excelentemente mal, así me encuentro, así me gusta encontrarme. Aunque me gustarías más encontrarme junto al suave y cariñoso amigo clitoriano, con algo de esta degradante música de sentimientos y un poco de las rubias de antes. Si! A eso me refiero a lágrimas, alcohol y sexo a gemidos en el oído, a movimientos drásticamente suaves y un sinfín de paseos de tus manos en mi espalda.

Papá, no él.

Con una mano en el escroto y la otra ocupándose de una fría y delicada rubia con doble trabajo por tener que escribir estas absurdas palabras, así les escribo. Indignado por este mundo y por este mes: regalos, alcohol, alcohol, alcohol, alcohol, familia y otro poco de alcohol. No se si esto será lo mismo que antes, me refiero a escribir pensamientos y todas esas mierdas chorras, desde que no se hace en papel y mojado en tinta es como follar por el móvil, un sin sentido.

Otro año mas a nuestra espalda afligiendonos las cosas que no hicimos por culpa de la vergüenza, otro año que pasara a la historia monumental, a la estantería donde están los “años estrella”. Un deseo indudable sería pertenecer a los años donde el reggaeton ni siquiera estaba en la mente de los colgados, donde los colgados y su picos acompañados del buen amor al rock & roll  eran melancolía total, eran lagrimas mezcladas con alcohol y sexo duro.

No seré del que diga que nació en la época equivocada o si, aun no lo se, alguna vez lo he pensado pero alguien me dijo que era privilegiado porque ahora podría disfrutar de toda la música que quisiera al alcance de mi mano, supongo que no me entendió, yo no quiero ver vídeos ni escuchar canciones remasterizadas del mejor rock de la historia yo quería vivir el instante  drogarme, llorar y dejarme el aliento cantando que se yo Smells like teen spirit o Still Loving You, cualquier gran arte de aquellos tiempos. Solo quiero eso, solo eso…

He terminado con mi rubia.- 

Aquí están mis peores versos, mis pensamientos más depresivos, mis palabras más tristes. ¿Que puedo decir?  Si ya no estas, estas pero no formas parte de mí, controlas mi ser, pero yo no puedo controlar ni una pizca de ti, manejas todo a tu antojo, dejándome sediento de sentimientos y caricias. Deje de ser yo desde el momento que supe que estaba locamente enamorado de esa sonrisa, de ese destello en el pelo, de esos magníficos ojos, de esa tez perfecta, de esas suaves manos, de ese perfume que ahora no logro recordar porque hace mucho tiempo que me apartaste y no se absolutamente nada de ti. No ha vuelto a haber primera vez, desde que tu te llevaste la primera y la ultima oportunidad  de que eso ocurriera, rompiste todo esquema posible, no puedo comparar nada porque nada es semejante, ni siquiera un ápice. Gracias por hacerme pasar los peores momentos en tu nombre, es algo que siempre recordare, no por rencor, si no porque jamás volveré a sentir algo similar, es el único recuerdo sincero y grato que alguien ha dejado.