Norte, sur y alcohol.

Queda poco vino en la botella... Bueno, poco es una forma de decir que no queda ni un miserable trago largo que aclare mi mente y libere mis dedos para poder escribir algo que valga la pena leer y luego quizá perder la conciencia por una fortuita mezcla entre amargura y alcohol. 

Mi ''gasolina'' llega a su fin y aunque la música sigue siendo buena e inspiradora no lo es tanto como un Sistema límbico fuera de control y unos  pensamientos semi depresivos. 

Se acabo!

La he inclinado hasta lo mas alto y solamente he alcanzado a acariciar las ultimas e insípidas  gotas que saben a desesperación por tener otra entre mis inútiles manos, otra que opaque la tristeza del universo entero, menos la mía, claro! De lo contrario me privaría de disfrutar de esta mierda. 

No hay problema capitán! He  encontrado a tres amigas; frías, muy frías, no tanto como el hielo, pero si tan deliciosas como unos preciosos y deliciosos labios. 

-¿Qué labios? ¿Qué labios...?  

-Al sur has de fijar el rumbo y dirigirte para saber el destino de mi pensamiento, al sur es donde fijo mi destino, porque es enorme la necesidad de saborear el interior  y de ver como la estabilidad que en ese lugar  habita se ve avasallada y destruida,  incapaz de controlar el movimiento. Algo así como un seísmo, algo así como una ola que azota de una forma especial...

Estúpidos dedos, estúpida mente, quizá ha valido la pena. Aunque siento una gran necesidad de viajar al sur acompañado de algo que me joda el hígado y me toque el corazón-.